La cirugía de párpados, también conocida como blefaroplastia, es un procedimiento quirúrgico estético que elimina el exceso de piel, grasa y músculo de los párpados superiores y/o inferiores. El procedimiento se puede realizar tanto por razones cosméticas como funcionales, como corregir los párpados caídos que interfieren con la visión.

La cirugía de párpados puede abordar una variedad de problemas, que incluyen hinchazón y bolsas debajo de los ojos, exceso de piel y arrugas en los párpados superiores y piel flácida en los párpados inferiores. El procedimiento implica hacer pequeñas incisiones en los pliegues naturales de los párpados, quitar o reposicionar el exceso de tejido y cerrar las incisiones con suturas.

Si bien la cirugía de párpados generalmente es segura, existen riesgos asociados con cualquier procedimiento quirúrgico, que incluyen sangrado, infección y reacciones adversas a la anestesia. Los pacientes deben considerar cuidadosamente los riesgos y beneficios del procedimiento y discutir sus objetivos e inquietudes con un cirujano plástico calificado y experimentado antes de tomar una decisión.

El tiempo de recuperación después de la cirugía de párpados puede variar según la extensión del procedimiento, pero los pacientes generalmente pueden regresar al trabajo y a sus actividades normales dentro de una semana a 10 días después de la operación. Los moretones y la hinchazón son efectos secundarios comunes, pero generalmente se resuelven en unas pocas semanas.

En general, la cirugía de párpados puede ser una forma efectiva de mejorar la apariencia de los ojos y lograr una apariencia más juvenil y renovada. Los pacientes deben consultar con un cirujano plástico certificado por la junta para analizar sus objetivos e inquietudes y determinar el mejor enfoque para lograr los resultados deseados.