Un estiramiento facial, también conocido como ritidectomía, es un procedimiento quirúrgico cosmético que tensa la piel y los músculos de la cara y el cuello para crear una apariencia más juvenil y rejuvenecida. El procedimiento puede abordar una variedad de problemas, como la flacidez de la piel, las arrugas y la papada.
Los estiramientos faciales se pueden realizar a través de varias técnicas diferentes, incluida la cirugía tradicional, mini estiramientos faciales y opciones no quirúrgicas como los inyectables. El procedimiento generalmente implica hacer incisiones alrededor de las orejas y la línea del cabello, eliminar el exceso de piel y tensar los músculos y tejidos subyacentes.
Si bien un estiramiento facial generalmente es seguro, existen riesgos asociados con cualquier procedimiento quirúrgico, que incluyen sangrado, infección y reacciones adversas a la anestesia. Los pacientes deben considerar cuidadosamente los riesgos y beneficios del procedimiento y discutir sus objetivos e inquietudes con un cirujano plástico calificado y experimentado antes de tomar una decisión.
El tiempo de recuperación después de un estiramiento facial puede variar según la extensión del procedimiento, pero los pacientes generalmente pueden regresar al trabajo y a sus actividades normales dentro de las dos o tres semanas posteriores a la operación. Los moretones y la hinchazón son efectos secundarios comunes, pero generalmente se resuelven en unas pocas semanas.
En general, un estiramiento facial puede ser una forma efectiva de mejorar la apariencia del rostro y lograr una apariencia más juvenil y fresca. Los pacientes deben consultar con un cirujano plástico certificado por la junta para analizar sus objetivos e inquietudes y determinar el mejor enfoque para lograr los resultados deseados.